Las mentiras populares de la región de Aysén no tienen que ver con el problema de la verdad. Aunque el límite entre lo creíble y lo fabuloso está presente, lo importante es la dimensión lúdica, llamar la atención y hacer reír al oyente.
La Sra. Herminda Levín de Puerto Río Tranquilo cuenta que cada vez que Juan Segundo Ramírez, un mítico difunto mentiroso del lago General Carrera, terminaba una de sus increíbles historias, sentenciaba: «Compañerito, usted no me va a creer. Puede creer que es mentira. ¡Pero es la pura verdad!». Tras de ello, venían las carcajadas…